LA FIEBRE VAMPÍRICA, LA OBRA DE STEPHANIE MEYER

(Sección realizada y mantenida por CARMEN CLARA CANTERO CÓRDOBA- 4º-A)

SIEMPRE HEMOS UTILIZADO A LOS VAMPIROS PARA ESCRIBIR CUENTOS DE TERROR. HUBO UNA ÉPOCA EN LA QUE LAS HISTORIAS DE TERROR DE VAMPIROS, ZOMBIES, HOMBRES LOBOS... ESTUVIERON MUY DE MODA,PERO COMO PASA CON TODO PASÓ DE MODA, Y AHORA GRACIAS A STEPHANIE MEYER HA VUELTO LA FIEBRE VAMPÍRICA, CON UNA DIFERENCIA, ESTA VEZ ES PREFERIDA POR LAS CHICAS.

La primera historia de vampiros, fue escrita por, Bram Stoker, este fue el escritor de el Conde Drácula, aunque este autor no quería provocar terror a los lectores, Bram escribió este libro para mostrar los prejuicios y miedos que los Europeos orientales suscitaban en la Inglaterra victoriana. Esta leyenda ha sido fuente inagotable de posteriores relatos e innumerables películas de terror, desde Nosferatu, el vampiro (1922) de F.W. Murnau hasta Drácula de Bram Stoker (1990) de Francis Ford Coppola, sin olvidar Drácula (1931) de Tod Browning, protagonizada por Bela Lugosi, o la versión de Terence Fisher. Stephanie Meyer ha sido la última en escribir un best-seler, con su saga Crepúsculo, en ella se da una nueva faceta de los vampiros, pero en esta ocasión no ha pretendido infundir miedo a los lectores, sino todo lo contrario, ha escrito una buenísima historia de amor, entre vampiros, lincantropos y humanos. Ha sido un gran éxito en todo el mundo y todo el mundo que lo ha leído se ha quedado fascinado con los libros, pero muy poca gente fanaticos de los vampiros, han llegado a cuestionarse, una cosa muy importante, ¿EXISTEN LOS VAMPIROS?

La mayoría de la gente piensa que este tipo de seres no existen, llevan un poco de razón, la idea de vampiro se ha idealizado demasiado. Según las historias los vampiros son seres inmortales, muy bellos, no les puede dar la luz del sol, la gente los consideran monstruos, y la características, más importante y conocida, beben sangre.

Mucha gente no sabe que los vampiros sí existen, aunque no de la manera en que todos tenemos en nuestra cabeza.

Para saber en que consiste ser un vampiro primero tenemos que saber el significado de PORFIRIA. Si buscamos en el diccionario esta palabra encontraremos: trastorno metabólico hereditario caracterizado por la excesiva producción y eliminación de porfirina o de alguno de sus precursores. La porfirina es el pigmento que confiere color rojizo al grupo hemo, constituyente de la HEMOGLOBINA.

Existen dos tipos de porfiria, ambas debidas a mutaciones genéticas que afectan a ciertas encimas: eritropoyética, con defecto de síntesis de hemoglobina en las células de la médula ósea; y la hepática, originada por un trastorno enzimático a nivel del hígado. Sólo unas pocas porfirias hepáticas tienen origen tóxico; el lindane o algunos fármacos, como los barbitúricos, pueden desencadenar la enfermedad. En casi todas las formas se ve afectada la piel, siendo ésta fotosensible y sufriendo lesiones en las zonas expuestas a la luz, con el subsiguiente riesgo de infección. En algunas formas de porfiria son además importantes los trastornos neurológicos. Las lesiones hepáticas derivadas de la porfiria se manifiestan a menudo con ictericia.

Para aquellos que entienden mejor los términos coloquiales, un enfermo de porfiria sería una persona que le faltan los pigmentos que dan el color rojizo a los glóbulos rojos. También es cierto que si les da el sol directamente en la piel, esta se puede dañar.

No obstante reflejo en la tabla de más abajo mitos y verdades sobre esta peculiar “especie”:

MITOS Y VERDADES SOBRE LOS VAMPIRIOS

MITOS	VERDADES
Si les da la luz del sol directamente de derriten, les brilla la piel como si tuviera diamantes, se nota que no son personas normales.	Si les da la luz del sol directamente les puede dañar la piel, debido a la falta de algunos pigmentos.
Repelen el ajo.	He buscado información en miles de sitios y en ninguno te decía que a las personas enfermas de porfiria repelan el ajo.
Beben sangre por puro placer.	La “ingesta” de sangre le aportaría las sustancias que están ausentes en ellos.
Son más bellos que las demás personas.	Una persona enferma de porfiria puede ser más guapa o más fea, igual que todos.
Tienen unos colmillos muy grandes para absorber la sangre de sus víctimas.	Una de las características de esta enfermedad es que estas personas tienen los colmillos más desarrollados.